
Otro ejemplo es el de John Pemberton, quien a los 55 años se le ocurrió fundar una pequeña empresa llamada Coca Cola. Pocas compañías pueden presumir de aguantar más de 50 años, pero Coca Cola sigue con una salud excelente a sus 127 años. Ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y a los nuevos gustos de la población, y es probable que cualquier rincón del mundo, por remoto que sea, tenga un letrero con su logo.
Sin embargo, si hay un ejemplo paradigmático de lo que significa poner en marcha una empresa a edad adulta, este no es otro que el de KFC. Harland Sanders David abrió su primer restaurante a los 65 años, cuando mucha gente ya llevaba muchos años jubilado. El resultado es bien conocido por todos: tiene presencia en 130 países donde se encuentran sus más de 40,000 restaurantes.
Podríamos seguir enumerando emprendedores de éxito con más de 50 años y nos quedaríamos cortos. Porque en esto del emprendimiento, como en cualquier otro ámbito de la vida, la experiencia es un grado.